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Uno de los debates más interesantes de las ciencias sociales en la actualidad está centrado en la realidad o virtualidad del mercado de trabajo, las categorías que implica y las consecuencias que se derivan del mismo tras la reestructuración del capital, tanto para distintos grupos sociales, como para diferentes regiones. En esta cuestión, los científicos sociales tienen una parte de responsabilidad, ya que al formular las categorías que sirven de sustento al análisis del trabajo se suelen asumir las que se imponen desde esta corriente dominante de pensamiento, en la que trabajo se tiende a confundir con empleo, debido a la reconfiguración de las relaciones entre estos términos, de las relaciones dentro del trabajo y de los vínculos entre trabajo, empleo, formación y salario. Con esta aportación quisiéramos contribuir a este debate, planteando cómo la forma de acercamiento acrítico a los problemas, deriva en situaciones de exclusión para diferentes colectivos y territorios y, en concreto, para Andalucía
