Pese al revés en el plebiscito sobre el proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC, el presidente Juan Manuel Santos y una mayoría de legisladores se mostraron decididos a continuar por el camino de la reconciliación ratificando un tratado de paz enmendado. Sin embargo, la violencia sigue causando a día de hoy estragos entre la población colombiana, principalmente entre campesinos e indígenas. Al calor del proceso de paz se han impulsado proyectos con un elevado impacto sobre el territorio: minería, presas, cultivo extensivo de palma... lo que provoca el rechazo de la población local y conflictos medioambientales.