Jean Marcou
Entre dos polémicas con los dirigentes europeos, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, que pretende reforzar su poder en el plano intrno, se acerca a Arabia Saudí y a Rusia. Esta reorientación demuestra la delicada situación de Turquía en su entorno regional. Parece que ya se ha acabado la época en la que este país aparecía como uno de los grandes beneficiarios de las "primaveras árabes".