En Pekín, la prensa oficial ironizó sobre las elecciones en Estados Unidos y su oposición en el propio país: una ocasión para vilipendiar el sistema político occidental. Aunque numerosos intelectuales chinos debaten sobre las vías democráticas que se pueden imaginar para su país, consideran que el pueblo no está preparado. Una reflexión que recuerda a la de algunos politólogos franceses.