Jorge Alexander Portocarrero Quispe
La voz “ponderación”, como ocurre con muchas palabras del lenguaje usual, es ambigua, es decir, dicha voz es empleada por distintos hablantes, en distintos contextos, para referirse a distintas cosas. Ponderar puede ser entendido en algunos contextos como la acción de sopesar intereses o relaciones costo-beneficio, mientras que en otros contextos se la entiende como una estructura de interpretación de normas con carácter de principio. Es esta última acepción la que será abordada en el presente artículo. La ponderación se define como una estructura metodológica empleada para justificar una relación de prioridad condicionada entre normas con carácter de principio, esto es, normas cuyo mandato de deber ser es factible de ser cumplido en grados. Su aplicación siempre está enmarcada dentro de un caso concreto en el cual dos o más principios jurídicos entran en conflicto respecto a cuál de ellos es el que ha de ser aplicado para resolver la problemática concreta. Al ser únicamente una estructura metodológica y no un criterio material, la ponderación se limita a poner en relación los argumentos en favor y en contra de la aplicación de los principios en conflicto al caso concreto, mientras que el contenido y valor material de dichos argumentos no son aportados por la estructura de la ponderación, sino que se derivan de las circunstancias fácticas y jurídicas de cada caso. La ponderación se compone de
The term “balancing”, as it is the case of many words from the ordinary language, is an ambiguous term, i.e, this term is used by different speakers in different contexts with different meanings. Balancing could be understood in some contexts as the action of weighing interests or cost-benefits relationships, in some other contexts balancing is understood as a interpretative structure of legal principles. On this last meaning will turn the following considerations. The balancing is a methodological structure applied to justify conditional priority relations between colliding legal principles, i.e. norms whose legal command can be fulfil in grades. Applying balancing always depends on the circumstances of a case in which two or more legal principles are in conflict about which of them should be the suitable criteria to be used to solve the specific problematic of the case. The balancing must be understood just as an interpretative structure and not as a material criteria, since it is limited to put in a comparative relationship the arguments for and against the use of each the colliding legal principles involved in the case; the content and material value of these arguments are not given by the structure of the balancing but from the factual and legal circumstances of each case. The balancing consists of four argumentative stages: the law of balancing, the weight formula, the law of competing principles and the burden of argumentation (or prima facie priorities).