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Desde el triunfo de la revolución, el gobierno cubano se han esforzado para despolitizar la sociedad, “achicando” el lenguaje utilizado para hablar de política. La intuición nos viene de la novela de Orwell 1984, en la que la “ neolengua “ se explica como un proyecto a largo plazo de reducción del lenguaje y de disminución del alcance del pensamiento . El artículo examina una fuente estratégica de la producción del lenguaje , el ámbito académico, y analisa un ejemplo evidente de “reducción”: la terminación de la ciencia política como disciplina en Cuba bajo el régimen de Castro. Como sustituto a la ciencia política, lo que encontramos en Cuba son blandas ciencias sociales y humanidades que hablan de política y de administración pública, pero no de poder. Este artículo examina con detenimiento el trabajo del cientista social Rafael Hernández y de la revista Temas (1995- ), de la que es director.
Since the triumph of the revolution, the Cuban government has striven to depoliticize society, namely by “shrinking” the language used to talk about politics. The intuition for this article comes from Orwell's novel 1984, in which “Newspeak” is explained as a longterm, problematical project to “shrink” language and narrow the range of thoughts. I look at one strategic source of language production, the academic field, and examine one glaring example of “shrinking”: the actual dismissal of political science as a discipline under the Castro regime. The case is made that in lieu of political science, one finds largely defanged social sciences and humanities that talk about politics and policies without actually talking about power. Illustrations are found in the work of social scientist Rafael Hernández and in the journal Temas, of which he is the director.
