Susana Beatriz Darín
Los progresivos y permanentes cambios generados por la llamada revolución tecnológica y cuyos ejes fundamentales fueron la innovación en todos los campos de la ciencia y en particular en las tecnologías de la información y de la comunicaciones, TICs, no sólo han determinado cambios multidimensionales, sino que han dado origen a un nuevo paradigma productivo en la región latinoamericana, “la economía del conocimiento”, basada en un nuevo modelo cultural la denominada “cibercultura” y /o “tecnocultura”.¿Qué sucedió con el patrimonio cultural y la identidad cultural nacional y regional? ¿Es la cibercultura el nuevo paradigma que redefine ambos conceptos?En la sociedad del siglo XXI aprender es la más importante fuente de riqueza, de bienestar, de capacidad de competir y de cooperar en paz. En consecuencia, cada gobierno, cada institución educativa tiene que empezar por aceptar la necesidad de transformarse, ser más dinámicos, flexibles y responsables ante la comunidad con la cual interactúan y reflexionar acerca del patrimonio cultural y la identidad de los pueblos.El presente trabajo se basa en la siguiente afirmación “la verdadera creación de valor esta directamente relacionada a la creatividad del hombre que motiva la invención e innovación sobre la generación y uso de las herramientas digitales por lo tanto, el individuo, es el hacedor de una nueva dimensión de la cultura del S XXI. A lo largo de su desarrollo el trabajo intenta:Describir como las NTIC´s son transversales a todos los sectores: económico-financiero, político-legal, social y ecológico, lo cual determina que son estratégicamente claves para promover un desarrollo y crecimiento sustentable en la región.Demostrar como las NTIC’s pueden facilitar la gestión de políticas sobre el patrimonio y la identidad cultural nacional y regional, sólo en la medida en que sepamos cómo utilizarlas, para qué y cuándo.Reconocer el gran reto que significa para la Universidad aportar los elementos necesarios para configurar un nuevo modelo de sociedad donde el hombre no se sienta oprimido por los grandes avances tecnológicos, y donde los pueblos se beneficien por igual, de los avances tecnológicos.