La necesidad de huir del estruendo del mundo a veces invita a soñar con sus confines: espacios alejados, rincones preservados, islotes de frescor aún impregnados de la pureza de antaño. El extremo meridional del continente americano atrae a viajeros en busca de otros lugares. En medio de grandes espacios, descubren un� supermercado y sus habituales estanterías.