Olivier Barancy
La obra arquitectónica de Le Corbusier, clasificada como Patrimonio Mundial de la UNESCO desde julio de 2016, es celebrada como una contribución excepcional al movimiento moderno. El arquitecto suizo, megalómano, fascinado por el orden, también era, según una obra que se publicará próximamente en Francia, un urbanista dogmático que soñaba con reducir el tamaño de los apartamentos y arrasar con los centros de las ciudades. París se salvó del proyecto que había concebido para ella.