Hans Kundnani, Astrid Ziebarth
En marzo de 2016, la canciller alemana Angela Merkel negoció por cuenta de la Unión Europea un controvertido acuerdo con Turquía con el objetivo de disuadir a los migrantes de atravesar el mar Egeo en barco, a menudo por mediación de pasadores. En el marco de un plan de acción complejo, ingenioso o maquiavélico según el punto de vista, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan aceptaba multiplicar las patrullas en el mar y acoger a los solicitantes de asilo que llegaban a Grecia tras la firma de los acuerdos.