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Hugo Sacristán López, Francisco Martínez Arroyo, José Luis Yagüe Blanco 
El desarrollo rural en España no podría entenderse hoy en día alejado de los programas LEADER. Después de 23 años en los que esta metodología ha formado parte de las políticas impulsadas desde la Unión Europea, la actividad de los Grupos de Acción Local (GAL) se ha incrustado en la realidad rural como una de las herramientas consolidadas para su desarrollo. El presente trabajo realiza un análisis de la representatividad de los GAL a través de la composición de sus órganos directivos. Aparte de constatar las lógicas diferencias regionales y territoriales en cuanto a la composición de estos grupos, se observa cómo de cara al nuevo periodo de programación hasta 2020 aún queda margen para trabajar en una mayor inclusión de colectivos importantes como las mujeres y jóvenes, pero también para mejorar la apertura a socios del ámbito productivo que contribuyan a la labor dinamizadora de cada GAL.
