A pesar de no haberlo advertido aún de manera categórica, quienes reflexionamos, estudiamos y trabajamos en el ámbito de las organizaciones y la comunicación, estamos transitando por un cambio de época que nos convoca a que reconsideremos algunas de las “verdades inmutables” sostenidas desde hace al menos un cuarto de siglo. Estamos en los albores de una Tercera Gran Revolución de la Comunicación en las Organizaciones que nos llevará al imperativo de impulsar una “Segunda Evangelización” histórica en estos ámbitos. Con cierto espíritu prospectivo, especulamos con la inminente aparición de una nueva figura -el DircoN- (Scheinsohn, 2011) que es quién debe enfrentar los inéditos desafíos impuestos por la revolución en ciernes. El presente artículo es un disparador para propiciar una conversación que nos está faltando, una necesaria discusión que se nos impone y a la que sin embargo –generalmente por comodidad- venimos rehuyendo.