Roberto Luis Brocate Pirón, Jerónimo Ríos Sierra
El Mar Negro se trata de uno de los enclaves geoestratégicos de mayor importancia en la conexión gasífera y de petróleo que une Asia y Rusia con Europa. Sin embargo, la presencia de Turquía sobre el estrecho del Bósforo afecta directamente a cómo se desarrollan las interacciones geoestratégicas de la región.
La crisis en Ucrania ha espoleado las relaciones turco-rusas, posicionando al país como un actor clave en el tránsito del gas hacia Eurasia y proyectando las aspiraciones del Kremlin que, bajo el mandato de Vladimir Putin, ha buscado recuperar un peso influyente en la región – como muestran las crisis de Georgia o, más recientemente, de Crimea – especialmente en el Mar Negro y el Mar Caspio.
Así, el siguiente trabajo busca poner un poco de luz en las nuevas relaciones y aspiraciones geopolíticas, especialmente de Rusia y Turquía y que, igualmente, repercuten directamente sobre el escenario europeo.