Cada acontecimiento internacional relacionado con la Argentina reflota el debate en torno a su política exterior, situación que es consecuencia del vacío teórico que atraviesa el manejo de las relaciones internacionales del país. Un punto de partida para afrontarlo es realizar una valoración de la teoría de la autonomía, reevaluar postulados, aspectos y cuestiones de lo que es una de las expresiones más representativas del paradigma periférico. De ese análisis deriva la pregunta de si es posible, en estos tiempos, sostener una política autónoma, y puede empezar a buscarse una respuesta.