En nuestra profesión como abogados realizamos principalmente dos funciones que requieren de una especial atención: resolver problemas y tomar decisiones. Para esto el cerebro que más usamos es el Neocórtex, en concreto el Córtex Prefrontal encargado de la razón. Sin embargo las emociones, instaladas en el Sistema Límbico, nos impiden realizar estas funciones profesionales con suficiente eficiencia, por ello conocer nuestra Inteligencia Emocional y aprender a gestionar las emociones es fundamental para nuestro mejor desempeño como abogados.