En el presente artículo se propone una reflexión sobre las características del conflicto escolar en algunas instituciones educativas de Bogotá y su relación con los procesos de formación ciudadana. El objetivo es mostrar que el conflicto no debe considerarse como algo anormal, disfuncional, en la vida escolar, sino, por el contrario, como un espacio de construcción de democracia y ciudadanía activas.