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Sara Sayed Tonsy
La mayor parte de los estados árabes han buscado tras su independencia una coherencia territorial y un gobierno centralizado. La Primavera Árabe ha tenido su efecto sobre esta tendencia. En el caso de Egipto, tras la revuelta de 2011 y los sucesos que la siguieron dos actores políticos principales como el ejército y los Hermanos Musulmanes han experimentado tanto pérdidas como ganancias en el campo político y mostrado cierta continuidad y ruptura en su relación con el pueblo y el territorio. Dado que ambos actores aparecieron en el momento (y antes) de la independencia y la formación de la República Árabe de Egipto, existe un elemento de política de identidad dentro del análisis de los acontecimientos recientes. Ello hace que el análisis de las relaciones de ambos actores con el pueblo y el territorio sea un elemento clave para entender los hechos recientes, y sus efectos sobre la gobernanza y cohesión territorial de Egipto.
Most Arab states have sought after territorial coherence and centralized governance for the past decades following each state’s respective independence. However, the Arab Spring has impacted upon this tendency. In the case of Egypt, after the 2011 uprising and the events that followed two principal political actors, such as the army and the Muslim Brotherhood (MB) have had both gains and losses in the political field and shown certain continuity and rupture with their relationship with the people and the territory. Given that both political actors initially emerged near (and before) the time of independence and formation of the Arab Republic of Egypt; there is an element of “identity” politics involved in the view of recent events. This renders an analysis of both actors’ relationship with the people and territory a key to understanding the recent and current events, and their effects on the governance and territorial cohesion of Egypt.
