Uruguay
Hasta 1999 los uruguayos no podían votar a partidos diferentes en lo nacional y lo departa- mental (sub-nacional); la legislación electoral los obligaba a votar por un mismo partido. Desde 1999 hubo cuatro ciclos electorales (1999-2000, 2004-5, 2009-10 y 2014-15) con elecciones nacionales y departamentales que permiten comparar las preferencias partidarias de los votantes en los dos niveles. Los resultados muestran que las preferencias nacionales influencian vigorosamente, pero no determinan, las preferencias departamentales. La votación en los dos niveles no varía al azar, sino sistemáticamente: durante la última década los cambios observados están casi siempre sesgados en contra del partido de gobierno, el Frente Amplio (FA), a la izquierda del espectro ideológico. Esto ocurre porque la mayoría de los votantes ve al sistema de partidos dividido en mitades: por un lado el FA, por otro los viejos partidos fundacionales, Blancos y Colorados. Consecuentemente, muchos votantes blancos y colorados votan estratégicamente a nivel departamental. No votan por su primera opción, sino al partido de su mitad preferida que tiene mejores posibilidades de ganarle al FA
Until 1999 Uruguayans could not vote for different parties at national and sub-national levels (nineteen departamentos); electoral law forced them to vote for the same party. Since 1999 there have been four electoral cycles (1999-2000, 2004-5, 2009-10 and 2014-15) including national and sub-national elections. This allows comparing voters’ national and sub-national party preferences. Results show that national preferences influence sub-national preferences heavily, but do not determine them. Voting patterns at the two levels do not vary at random, but systematically. During the last decade the observed changes between national and sub-national levels are almost always biased against the governing party, the left wing Broad Front (Frente Amplio, FA). This happens because most voters see a party system divided in halves: the FA on the one hand, the old, founding parties (Blancos and Colorados) on the other. Thus, many Blanco and Colorado voters choose strategically at the sub-national level, not according to their first preferences, but according to which of the parties of their preferred “half ” is more likely to defeat the FA