Alfredo Serrano Mancilla
Han pasado más de tres años desde la muerte de Hugo Chávez en Venezuela. Suficiente tiempo para que haya sucedido de todo en un país en revolución. Como cualquier identidad política viva, el chavismo se nutre de lo que acontece. La incógnita está en cómo se van a metabolizar los hechos transcurridos. Se abre una nueva etapa histórica para replantearse cómo resurge el chavismo tras este ciclo corto tumultuoso.
El ámbito de lo económico es crucial. La guerra económica interna continúa haciendo estragos. La emergencia económica obliga a acelerar las respuestas. Toca tomar un camino. Aparecen muchas ventanas. No todas son compatibles entre sí. Hay que ordenar la casa. Y hay que elegir qué poner en cada lugar, qué hace cada quién, cómo se reparten las tareas y los recursos, cuáles son las condiciones de vida deseadas para los inquilinos y qué reglas de convivencia (adentro-afuera) son las que darán paz y calma en el hogar.