Nicolás Moyano Loza
Durante las últimas décadas, la filosofía analítica ha hecho resurgir varios problemas metafísicos tradicionales. Uno de estos es el de la persistencia o identidad a través del tiempo de los objetos materiales. En resumen, consiste en encontrar una respuesta a la pregunta: ¿cómo es posible que un objeto exista en tiempos diferentes? Aunque no ha sido tenido en cuenta para las discusiones actuales, la Lógica de Dewey permite ofrecer una propuesta de explicación de la persistencia. La idea central para lograr este objetivo consiste en suponer que no tiene sentido hablar de objetos más allá del proceso de investigación. Esto es así porque los objetos se determinan en la experiencia (entendiendo por esta,no la mera actividad mental, sino como una interacción entre la criatura viviente y las condiciones que le rodean). Lo que permite individualizar y re-identificar a un objeto a través del tiempo, no es la posesión de alguna misteriosa entidad universal (ya sea algún tipo de cualidad substancial o de localización en el espacio-tiempo), sino la función que asumen ciertas cualidades en un campo de experiencia (situación total, o una experiencia). Este campo de experiencia es lo individual. Su individualidad surge de alguna cualidad inexpresable que tiñe y da unidad a elementos que de otro modo permanecerían desconectados. En última instancia, la propuesta desarrollada en este trabajo descansa en esta sencilla pero fructífera noción.