Zhang Zhulin
El presidente Xi Jinping no ha dejado de reforzar su poder desde que se situó a la cabeza del Partido Comunista chino a finales de 2012. En nombre de la lucha contra la corrupción, aparta a cualquier persona sospechosa de cuestionar la autoridad del Partido siguiendo el antiguo método de las confesiones públicas, que se puso de moda durante la Revolución Cultural. Pero en la actualidad, las confesiones tienen lugar ante el objetivo de las cámaras.