¿Dividir el mar en zonas especializadas al igual que se distribuyen las tierras? Esta idea, apoyada por una directiva europea que será implementada en septiembre, parte de una constatación: algunos espacios yuxtaponen actividades a veces incompatibles (transporte, pesca, gasoductos, áreas protegidas, explotación eólica o petrolera). Como ilustración podría valer la planificación dictada por consideraciones económicas en el mar Báltico.