La LO 13/2015 ha dado pie a una auténtica revolución en la regulación de medidas de investigación afectantes al secreto de las comunicaciones. Revolución que en el supuesto de las aparentemente vetustas comunicaciones postales y telegráficas ha dado lugar a un cambio radical en la forma de concebir la medida; hasta el punto de que por fin se abren las puertas a la posibilidad de ejecución de la medida con carácter discreto, sin previo conocimiento ni participación de la persona investigada.