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Pablo Andrés Garcés Vásquez
A partir de la pregunta de por qué la persona es el fundamento de los derechos humanos, se realiza una reflexión en tres momentos. El primero se enfoca en la naturaleza humana y las interpretaciones de carácter metafísico que se le dan, lo cual se presenta como un un problema al compararlo con la condición empírica y con el enlace que realiza la representación entre la metafísica y la realidad, por lo que es más consistente en términos políticos hablar de condición humana. El segundo da continuidad al tema de la condición al realizar una reflexión sobre la autonomía, entendida como la libertad en función legisladora, gracias a la cual se plantea una dialéctica entre persona, el sujeto e individuo, que a su vez permite señalar el problema planteado por el papel que cumple la especulación al formular las alternativas teóricas. En el tercer momento se propone el tema de la relación entre libertad y autodeterminación, las cuales implican que, desde la perspectiva individualista, se pueden emplear deliberadamente mal. Finalmente, se propone como conclusión una dirección bioética de los derechos humanos que ahora hace ineludible el reto de la sostenibilidad, entendida de modo amplio como el uso responsable de la libertad al poner el énfasis en la persona y no sobre el individuo ni el sujeto.
