En contadas ocasiones, el Tribunal Supremo de Estados Unidos habrá dado tanto que hablar durante una campaña electoral. Criticado por Donald Trump y por Bernie Sanders por haber desregulado la financiación de la vida política, se ha convertido en el objetivo de un pulso entre republicanos y demócratas: ¿quién nombrará al sucesor del difunto juez Scalia y hará bascular la jurisdicción hacia una dirección u otra?