Francisco José Bastida Freijedo
La carrera académica del profesor universitario ha sufrido un cambio notable desde que se aprobó la Constitución de 1978. Las sucesivas legislaciones transformaron un clásica carrera funcionarial en un sistema dual, de contratación laboral y funcionarial. Progresivamente el control de calidad se trasladó a la actividad investigadora en detrimento del control de conocimientos y de la experiencia docente. Además, el control se adjudicó a agencias externas, que, en aras de la objetividad, han creado baremos de calidad que son objeto de crítica. A la vez que ha aumentado el control y la exigencia de calidad, ha aumentado la dificultad en la estabilidad en el empleo docente y en la progresión en la carrera académica. El sistema ha mejorado la investigación, pero no ha acabado con la endogamia universitaria y ha construido suficientes obstáculos para que la carrera académica no sea aliciente para los egresados con mejor expediente y no pueda ser culminada por muchos de los que obtienen la acreditación para hacerlo.