Los incendios forestales, ya sean por causa natural o voluntad humana, constituyen un grave problema en nuestra sociedad. Cada verano, el fuego devora nuestros bosques, así es la tendencia de la última década, y el escenario futuro, debido al cambio climático, no es nada alentador. Son múltiples los medios, tanto personales como materiales, que se usan para extinguirlos, sin embargo, no existen suficientes políticas de prevención y de tratamiento de los montes para evitar los efectos devastadores del fuego. Por otra parte, detrás de los incendios forestales, a veces, existe un conjunto de intereses, tanto económicos como de otra índole, que giran entorno al fuego, no siendo cometidos sólo por personas físicas, sino por entidades que se asocian con la delincuencia de cuello blanco. Todos estos aspectos, van a a ser analizados en el presente artículo.