La Administración del Siglo XXI debe orientarse a contribuir a la mejora del funcionamiento interno de las Administraciones Públicas, incrementando la eficacia y la eficiencia de las mismas mediante el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, con las debidas garantías legales en la realización de sus funciones. En este trabajo se abordan, a partir del análisis de documentos de la Unión Europea, cuestiones orientadas a la consecución de esa mayor eficacia y eficiencia en las Administraciones Públicas con el apoyo de las herramientas tecnológicas, cara a lo que debe ser la Administración del Siglo XXI.