Tradicionalmente los jueces parecía que quedaban al margen de cualquier tipo de sanción, disciplinaria o penal, e incluso del mismo reproche social. Sin embargo, en la práctica más reciente se critican habitualmente en los medios de comunicación los más diversos comportamientos, se han impuesto sanciones disciplinarias severas y se han dictado sentencias penales, para algunos ejemplarizantes, contra determinados jueces que aconsejan una reflexión.