El daño moral es una de las figuras jurídicas más controvertidas de nuestro Ordenamiento jurídico en los últimos tiempos. Apareciendo por primera vez en la célebre Sentencia del Tribunal Supremo de 6 de diciembre de 2012, es un concepto de imprecisos orígenes, que aún hoy tiene en vilo a doctrina y jurisprudencia en cuanto a su delimitación y contenido, no pudiendo señalarse ninguna definición o categorización unánimemente aceptadas, como consecuencia de la naturaleza eminentemente subjetiva y abstracta de los derechos cuya infracción puede irrogar un daño moral.
El daño moral no goza de una regulación íntegra ni general en norma positiva alguna, no viniendo específicamente previsto en el Código Civil y estando incorporado únicamente en ciertas leyes especiales a los meros efectos de su propio ámbito de aplicación; lo que ha provocado, igualmente, amplias cuestiones en cuanto a su aplicación en la práctica diaria de los Tribunales.
Dos de las cuestiones más controvertidas en la actualidad, y probablemente de las menos exploradas por la doctrina, son las relacionadas con la prueba y la valoración del daño moral.
Estos aspectos han sido tratados por la jurisprudencia del Tribunal Supremo, que ha sabido conformar una doctrina general que se ha visto desafiada por la aprobación de textos legales especiales que, previendo de forma expresa la concurrencia del daño moral, así como criterios de valoración del mismo, ocasionalmente con cierta vocación de generalidad, vienen a cuestionar algunos de los principios básicos del Derecho y de la teoría general de la prueba y valoración del daño.
Ahora es trabajo de la doctrina y la jurisprudencia el dar respuesta a estas acuciantes cuestiones, que tratarán de ser expuestas en el presente trabajo, junto a tentativas soluciones, con el fin de arrojar cierta claridad sobre una figura tan abstracta y debatida como la del daño moral.
Moral damage is one of the most controversial legal theories of the Spanish legal system. First recognized in the celebrated sentence issued in December 6, 1912 by the Spanish Supreme Tribunal, its origins aren’t well known. Still today, it keeps authors and judges debating on its limits and specific content, with no consensus on a concrete definition and categorization for the concept, due to the inherently subjective and abstract nature of the rights whose violation may result in moral damage.
Moral damage receives neither a complete nor a general regulation in any legal text, as it is not specifically stated in the Civil Code. Instead, it is only contained in special laws to the mere effects of their own application;
this has, as well, meant wide debates regarding its practical, daily application in the Tribunals.
Two of the most debated questions of moral damage currently, and probably those which have had less of an examination amongst doctrine, are those related to its proof and the measure of damages.
These aspects have been addressed often in the jurisprudence of the Supreme Tribunal, which has articulated a general doctrine –one which has been confronted by several special laws. These special laws contain what arguably are presumptions of damage and criteria for quantifying the resulting damage, and sometimes even lend themselves to general application. In doing so, they call into question some of the most basic principles of Law and of the general theory of damage proof and quantification.
The objective of authors and judges today is to find answers to these questions, which will be exposed throughout this paper, together with tentative solutions, in the aim to shed some light in a figure as abstract and controversial as moral damage.