Eduardo Rodríguez Farré, Salvador López Arnal
Los debates sobre ciencia y tecnología y su vinculación con diferentes organismos, instituciones políticas y multinacionales desvelan antagónicas posiciones. El desarrollo de determinadas ramas y programas de investigación, así como sus aplicaciones para dar respuesta a ciertos intereses, corre el riesgo de arrastrar a la tecnociencia a la sumisión, la explotación y el ecosuicidio. A lo largo de este artículo se recorren diferentes ejemplos que pretenden arrojar algo de luz respecto a la relación, muchas veces controvertida, entre el poder y el binomio ciencia- tecnología. Destacar y analizar ciertos matices ayuda a conformar un enfoque amplio con el que abordar una discusión que sigue estando abierta en la actualidad.