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En este artículo se revisa la gobernación del cambio climático de México y las perspectivas de realizar reformas en espacios sub-nacionales. Siguiendo la orientación del ámbito externo, el gobierno federal mexicano ha asumido el reto de enfrentar la variación del clima con la convicción de, por un lado, liderar el mundo en desarrollo y, por otro, promover una política nacional que impulse reformas a la administración pública que repercutan positivamente en las distintas demarcaciones territoriales. Los esfuerzos del gobierno central han respondido a una estrategia abarcadora que gira en torno al sistema de acción frente al cambio climático; empero, la complejidad de la problemática convoca a la participación activa de los gobiernos sub-nacionales, estatales y municipales, cuyas capacidades institucionales heterogéneas deben fortalecerse para generar desempeños eficientes. En esa perspectiva, el artículo revela la necesidad de instrumentar reformas a la gobernación del cambio climático en México; la atención del fenómeno demanda una visión de integralidad de la política, así como la atención de dos aspectos de la administración pública que siguen pendientes: la descentralización y la priorización de regiones vulnerables. En el interés de satisfacer los objetivos de la sustentabilidad social y ambiental, México está llamado a construir políticas inclusivas y abarcadoras que promuevan la coordinación intergubernamental e intersectorial, la participación amplia de los actores, y la vigilancia sobre la viabilidad de los recursos naturales que dan soporte a las necesidades sociales.
