Antonio Doval Pais , Enrique Anarte Borrallo
La reforma penal de 2015 ha incidido de un modo muy importante en el ámbito de los delitos contra la intimidad, ampliando considerablemente su alcance mediante la creación de nuevas figuras típicas y endureciendo la respuesta con cambios en las cualificaciones. En este trabajo se ponen de manifiesto su falta de coherencia sistemática, la extensa tendencia expansiva que manifiesta y sus deficiencias técnicas, y se ofrecen criterios para una interpretación ponderada.