El sostén de las personas dependientes exige una organización social que siempre está fundamentada en la reciprocidad intergeneracional. Ningún sistema de pensiones puede pretender situarse fuera de este marco. La relación nunca es consigo mismo y siempre involucra a tres generaciones. El sistema de capitalización, cuya lógica se intenta introducir en el sistema público de pensiones a golpe de reformas, hace recaer todo el riesgo sobre el pensionista-ahorrador. Lleva a un planteamiento estrechamente contable que impide explorar soluciones innovadoras a los problemas demográficos, sociales y económicos a los que se enfrentan los países desarrollados. Muchos de los vaticinios catastrofistas sobre la perspectiva de un gasto de pensiones inasumible no resisten un análisis en el que todas las variables pueden alterarse, y en especial las que determinan la distribución de la renta. La demografía está lejos de ser el único, ni el principal, condicionante del futuro de los sistemas de pensiones. La economía está muy presente por su capacidad de crear empleo, de fomentar el aumento de la productividad y de reducir las desigualdades. El envejecimiento demográfico es un cambio social que tenemos los medios de afrontar.
Support of dependent persons relies on social organization, always based on intergenerational reciprocity. No pension system may be conceived without a reference to this social frame. Dependency needs can never be fulfilled by the individual him or herself and always involve a three generations scheme. Recent reforms of the “pay-as-you-go” public pension systems are progressively introducing in them the rationale of funded pension systems, where the saving-pensioner bears all risks. This leads to a narrow accountant view on pensions that prevents exploring for innovative solutions to the demographic, social and economic problems faced by the more developed countries. Most of the catastrophic predictions of the pretended unaffordable future cost of pensions may be proven wrong if all societal variables are allowed to change, especially those affecting income distribution. Demography is far from being the main, let alone the only, factor to determine the future of pensions. The economy plays a leading role thru job creation, increase in labour productivity and reduction of inequalities. Demographic ageing is a social challenge that we are in a position to overcome.