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Argentina
La necesidad de dar inteligibilidad a los procesos de experiencias comunes ha provocado mayor atención por parte de quienes hacen antropología, quienes escriben ficciones, quienes estudian sociología e historia, en suma, de quienes abordan las ciencias sociales, para dilucidar conceptos tales como el de memoria colectiva o el de identidad, personal o nacional.
Las memorias se reflejan en múltiples ensamblajes de recuerdos que tienen individuos y comunidades. Ellas forman un entramado que puede volverse compartido en reminiscencias y prácticas sociales tan complejas como las “devociones populares” o puede brotar desde experiencias que se instalan en la memoria personal, en los recuerdos de familia. Sin embargo, ninguna de estas formas de rememorar está exenta de la otra. Por el contrario, son permeables y complementarias como podrá verse en los dos libros que deseo examinar poniendo en foco el tratamiento que en ellos se hace de relatos memoriosos en diversos sentidos.
He tomado dos de los libros escritos por María Rosa Lojo que, más allá de sus notables diferencias, giran en torno a la formación de la identidad personal y de la colectiva: Cuerpos resplandecientes (2007) publicado como ficciones a modo de vidas de santos y Árbol de familia (2010) editado bajo la forma de novela. En ambos las ficciones se construyen de manera disímil pero apelando siempre a la búsqueda de rasgos identitarios: aquellos de la memoria comunitaria en el libro relacionado con las devociones populares y a los de la memoria individual en la novela de matiz autobiográfico y genealógico. Me he propuesto rastrear en ellos las estrategias y las formas del discurso que transitan por los recuerdos, observar cómo las intersecciones de la memoria se manifiestan desde lo autobiográfico en Árbol de familia y ponen el foco en la selección de testimonios menos familiares pero no por ello, ajenos a la construcción identitaria, en los relatos de Cuerpos resplandecientes, ya que en ambos se elaboran estrategias narrativas empapadas de una identidad compartida, en principio, por muchas argentinas y argentinos, a veces en el plano de lo personal y familiar y otras en el plano de lo comunitario y nacional.
