Este artículo representa la aplicación de una técnica teatral —el Playback Theatre, desarrollada en Estados Unidos en los años 1970— a la intervención social, como un espacio de narración y escucha que confiere valor y dignidad a la persona y sus experiencias individuales, únicas y distintas, y que facilita su inserción social y relacional. Este arte de ser uno mismo, como dice el autor, se sirve de la tradición oral y la comunicación espontánea y creativa del psicodrama y las combina con la expresión teatral. Esta técnica se ha revelado pertinente ya sea para el Trabajo Social comunitario, ya sea para trabajar con los grupos de apoyo a las personas en situaciones problemáticas. Se persigue con ello además de celebrar algún momento concreto de sus vidas, como individuos o como comunidad, poder definir estrategias de mejora de las condiciones de vida o resolver o paliar sus conflictos. También se utiliza para valorar la consecución de los objetivos propuestos, potenciar las motivaciones de cambio y para transformar las relaciones existentes en relaciones de colaboración. Y ello es posible no solo porque participan las personas sino también porque el ejercer roles diferentes les pueden permitir superar algunos acontecimientos traumáticos.
Se utiliza, además de con los grupos de apoyo, también para la formación y supervisión de los profesionales del Trabajo Social.
Se trata de una técnica teatral que les permite desempeñar papeles tan diversos y cambiantes, como los de: narrador, público o actor; y hacerlo de modo simultáneo o sucesivo. Desempeñar el papel de «performancer» o de guía de la acción teatral requiere una preparación previa para que el grupo de participantes pueda poner en común sus individualidades y sus emociones y reflexionar sobre ello. La metodología participativa que propone el Playback Theatre es importante en Trabajo Social comunitario y se plantea en clave nueva y transformadora.
This article presents the application of a theatrical technique—Playback Theatre, which was developed in the United States during the 1970s—to social intervention, as a narrative and listening space that confers value and dignity upon the person and the unique and distinct individual experiences that facilitate their social and relational integration. This art of being oneself, as the author states, uses the oral tradition and spontaneous and creative communication of psychodrama and combines them with theatrical expression. This technique has been shown to be pertinent to both community social work and support groups for persons in problematic situations. The aim of this is to celebrate some specific moment of their lives, as individuals or as a community, and to define strategies for improving living conditions or resolving or alleviating conflicts. It is also used to assess the achievements of the proposed objectives, to strengthen the motivation to change and to transform existing relationships into collaborative ones. This is possible not only owing to the participation of persons, but also to the assumption of different roles that can permit the overcoming of certain traumatic events.
In addition to support groups, it is used for the training and supervision of social work professionals. The theatrical technique in question allows them to assume roles as diverse as narrator, audience or actor, whether simultaneously or successively.
Taking the role of «performer» or guide to the theatrical action requires prior preparation in order for the group of participants to be able to pool their individualities and their emotions and reflect on them. The participatory methodology that Playback Theatre proposes is important in community social work and is posed in a new and transformative key.