La relevancia que el deporte ha adquirido en nuestros días es incuestionable de forma que no puede ser ignorado, tampoco por el mundo del Derecho. En los últimos años, los beneficios y excelencias del deporte han llevado a un numeroso grupo de personas a acudir, de forma masiva, a los gimnasios. Como contrapartida, el deporte es una actividad no exenta de riesgos, y es aquí donde el Derecho de daños entra en escena. La ausencia de legislación específica se suple con estudios doctrinales y una prolija jurisprudencia que tratan de solventar la cuestión de la atribución de la responsabilidad civil y el resarcimiento de los daños y perjuicios.