La reforma penal de marzo de 2015 (LO 1/2015) ha introducido un conjunto de novedades para el sistema de respuesta frente al infractor penal. Del total de novedades destacan las consecuencias de la reforma para la actividad del sistema penitenciario. La nueva pena de prisión permanente revisable supone la introducción de modificaciones en el modelo de cumplimiento de la pena de prisión. Pero también se producen novedades en la regulación relativa a los límites de cumplimiento en las situaciones penales que bloquean, con anterioridad o posterioridad, el internamiento efectivo (suspensión, sustitución, expulsión y libertad condicional).