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Esther Guerrero Vizuete
La protección frente al desempleo es objeto de un permanente debate en el ámbito legislativo y doctrinal viéndose este acentuado en tiempos de crisis económica. Configurada constitucionalmente como un derecho social (art. 41), su contenido se ordena hacia la satisfacción de la situación de necesidad del individuo derivada de su inactividad laboral, teniendo el carácter de renta sustitutiva de los ingresos dejados de percibir. Es precisamente esta ordenación de la prestación de desempleo como ingreso “suficiente” a que el sujeto tiene derecho durante un determinado periodo de tiempo la que ha originado las mayores fricciones al respecto, “culpabilizándola” de la pasividad con que el trabajador puede afrontar su expulsión del mercado laboral. El presente trabajo se dirige a analizar el papel activo que la actual regulación impone al trabajador desempleado en su proceso de reinserción profesional y en qué medida ello se constituirá en el revulsivo que permitirá una aceleración de las transiciones profesionales.
