A pesar de sus orígenes como parte de la filosofía moral hubo y hay una difícil relación entre la ciencia económica y la ética. La corriente predominante del pensamiento económico, inspirada sobre todo por la obra de Milton Friedman, sostiene que debe existir una economía positiva libre de juicios de valor. Pero otros prestigiosos economistas presentan un punto de vista opuesto al sostener la necesidad de una más fructífera relación entre ambas disciplinas. Las cuestiones morales se presentan con frecuencia en el análisis económico y no parece razonable la pretensión de presentar a la ciencia económica como neutral en cuestiones valorativas. Además, cabe preguntarse si la economía de mercado necesita de un comportamiento ético para ser sostenible. El concepto de racionalidad pertinente para la disciplina no puede ser el llamado modelo clásico de racionalidad y debería adoptarse un concepto más integrador que vincule fines y medios.
In spite of its origins as a branch of moral philosophy there was and there is an uneasy alliance between the economic science and ethics. The mainstream economics, mostly inspired by Milton Friedman advocates uphold a value free positive science. But others prestigious economists hold another viewpoint and support a necessary and more fruitful relationship between ethics and economics. And moral questions arise continuously and it is far-fetched to portrays the economic science as value neutral. Besides it is relevant to inquire if the market economy needs ethical behavior to be sustainable. The concept of rationality relevant for the economics science must depart from the so-called classical model of rationality and adopt a more integrative concept of rationality that entails means and ends.