La Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 puede ser una oportunidad para revitalizar y repolitizar el compromiso con la igualdad de género, que tuvo un eco insuficiente en los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio. La apuesta por la igualdad de género ha venido acompañada de un fuerte proceso de tecnocratización que ha frenado su carácter transformador y la ha relegado a la denominada estrategia de "añada mujeres y mezcle". En la actual agenda falta concreción sobre los pasos necesarios para avanzar hacia políticas más transformadoras desde una perspectiva de género.