Este artículo plantea los dilemas que plantean los esfuerzos de la comunidad internacional encaminados a garantizar el respeto a los derechos de la mujer en Afganistán. En primer lugar, la dificultad que plantea conocer los problemas y los intereses de las afganas, cuya voz es difícil de escuchar. El segundo dilema plantea la legitimidad que la comunidad internacional tiene a la hora de imponer cambios en normas de comportamiento muy arraigadas en la cultura afgana. Este segundo dilema plantea varias cuestiones diferentes: quién define los contenidos de las normas consuetudinarias y que grado de permanencia cabe atribuirles. Pero plantea sobre todo la cuestión de la validez universal de los derechos humanos. En última instancia, se trata de responder a una pregunta: ¿Puede imponerse nuestra concepción de los derechos humanos en otros ámbitos culturales?
This paper discusses the dilemmas posed by efforts of the international community to ensure respect for the women rights in Afghanistan. Firstly, the difficulty for knowing the problems and interests of Afghan women, whose voices are hardly heard. The second dilemma raises the international community legitimacy when it comes to impose changes in behavior standards entrenched in the Afghan culture. This second dilemma raises several different questions: who defines the contents of customary laws and how permanent it should be considered. But the main question arises from the universal validity of human rights. Ultimately, it comes to answer a question: Can you impose our conception of human rights in other cultural areas?