Las tropas de ocupación en Iraq y los insurgentes coinciden al menos en un punto: prefieren tener a los periodistas lejos.
Sus secuelas son el llamado ‘periodismo por control remoto’ o ‘periodismo de hotel’, los enojos de amplias capas de la población iraquí con Al Yazira y de los periodistas, árabes y no árabes, con las tropas de la ocupación.