Existe cierto halo de misterio alrededor del estancamiento -desde hace siete años- de la directiva que armoniza la baja por maternidad en la Unión Europea. Por una vez, la institución concernida no es la Comisión: han sido los Gobiernos de los Estados miembros los que, en una instancia desconocida -el Comité de Representantes Permanentes-, han enterrado el proyecto, a riesgo de provocar una crisis institucional.