Las revoluciones se parecen menos a las interminables escaleras mecánicas que a las olas que rompen en la orilla. Se forman, avanzan, parecen suspendidas en su movimiento y luego caen antes de volver a levantarse. Las etapas de este movimiento continuo dependen del vigor de las movilizaciones populares, que determinarán el futuro de nuestro continente. Ahora bien, las fuerzas progresistas se ven enfrentadas a diversas tensiones que va a haber que superar. Voy a identificar aquí siete de ellas.