El ejercicio de la prostitución sigue considerándose a día de hoy una actividad denigrante para las mujeres, que implica rechazo social y discriminación y, en consecuencia, las empuja a situaciones que acrecientan su vulnerabilidad social. Por tanto, es importante profundizar en el estigma que existe del trabajo sexual y el papel fundamental que este juega en la configuración del imaginario colectivo. Partiendo de un análisis feminista se realiza un acercamiento a los dos posicionamientos existentes hoy en día ante la prostitución: el discurso dominante abolicionista, desde el que se entiende que esta ahonda en las estructuras patriarcales y atenta contra la dignidad de las personas que la ejercen y la postura pro-derechos, la cual defiende la actividad como un trabajo, por lo que debe implicar la adquisición de derechos laborales y sociales. Este artículo analiza cómo afectan las ordenanzas municipales al ejercicio de la prostitución, a partir de su estudio comparativo y el acercamiento al imaginario colectivo y opinión de las mujeres en relación al conjunto de medidas sancionadoras que plantean la prohibición de la prostitución en el espacio público. Así mismo, esta aproximación apunta cambios en las condiciones de trabajo de las mujeres y, en consecuencia, un sentimiento interiorizado de mayor vulnerabilidad, por lo que se concluye la necesidad de visibilizar, a través de sus voces y el reconocimiento de su papel como interlocutoras válidas, el conjunto de sus preocupaciones y demandas