Las actividades mineras suelen tener una importante incidencia ambiental. Estas actividades producen efectos que van desde simples alteraciones orográficas del entorno en el que se desarrollan, hasta alteraciones en los hábitats, contaminación del suelo, de la atmósfera, etc. Todo ello sin olvidar los consabidos supuestos de corrupción o rayanos a la corrupción, tan presentes en diferentes sectores y actividades en nuestro país y que pueden suscitarse también en esa materia. En el presente artículo se examinan diferentes iniciativas adoptadas por el Ministerio Fiscal al respecto y en relación al citado tema.