Al Jazira Internacional, que aspira a mantener –como su cadena hermana– altos niveles de audiencia, tendrá que buscarse su propio espacio y para ello deberá optar por una línea informativa original e independiente. De su éxito dependerá también que la voz y el sentimiento de los árabes sean mejor conocidos en Occidente y, por tanto, que exista mayor comprensión y entendimiento, algo tan necesario en estos tiempos.