El presidente francés mantiene una estrecha relación personal con buena parte de los grandes empresarios de prensa franceses. No obstante, su indudable éxito mediático tiene otra explicación. Maestro en el arte de la comunicación, “hijo de la televisión”, como él mismo se ha definido, Nicolas Sarkozy piensa y actúa en función de la repercusión mediática de sus actos públicos. Y cuando le ha interesado, incluso de los privados.