África, pese a sus 1.000 millones de habitantes, es el continente olvidado. Quizá porque su PIB supone alrededor del 5% del mundial, con lo que carece de peso económico en el comercio internacional. Este desinterés generalizado se agudiza en el caso de España como parece confirmar la atención periodística que se le presta: un solo corresponsal para todo la zona subsahariana, dos en el Magreb (Marruecos y Túnez), una delegación en Sudáfrica, todos ellos de Efe, y una colaboradora de El País.